Los costos para la campaña de las primarias registran un fuerte aumento respecto de las elecciones de 2011; quiénes son los más perjudicados
La inflación golpea a los candidatos de Cristina Kirchner y de Mauricio Macri en la Capital. También impacta en el conurbano y lo sufre el bolsillo de Sergio Massa. Francisco De Narváez, Elisa Carrió y Ricardo Alfonsín deben invertir más dinero que en comicios anteriores para seguir en sus bancas. Pero más agobiados por los costos de campaña se sienten los partidos con menos representación, que utilizan variados artilugios para difundir sus propuestas de forma más gasolera.
Los precios de una campaña para las próximas elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), previstas para el 11 de agosto, y las legislativas del 27 de octubre no están congelados y se convierten en un adversario inesperado para algunos postulantes. "Nos mata", reconoció a este medio Alejandro Bodart (Movimiento Socialista de los Trabajadores). "Es imposible competir con la propaganda oficialista. Lo nuestro se hace todo a pulmón. Por eso vale tanto cada voto que conseguimos", comentó el legislador porteño, que competirá en la ciudad como candidato a senador en el frente Nueva Izquierda.
GUERRA DE AFICHES
La batalla por el voto empieza en las calles. En épocas electorales, los candidatos invierten millones de pesos en afiches, pancartas, folletos, encuestas y actos de lanzamiento. LA NACION comparó los precios de una lista de siete "infaltables" proselitistas con el costo que tenían en los comicios de 2011.
"Se siguen encareciendo todos los mecanismos para que los partidos de abajo podamos acceder a las elecciones de la misma manera que se volvió más cara la vida para las amplias mayorías y eso nos genera dificultades", cuenta Manuela Castañeira, que encabeza la lista de candidatos a diputados nacionales de Nuevo Más.
A dos meses de las PASO, que definirán los representantes de diputados y senadores que competirán en octubre, la ciudad amanece cada día empapelada con las propuestas de los postulantes, a pesar de que la ley establece que el 12 de julio comienza formalmente la campaña. "Ella o vos", desafía De Narváez en una afiche rojo con letras blancas. "Etiquetate en el socialismo", propone Roy Cortina (PS-FAP) en tono juvenil, en plena calle Corrientes.
La mayoría de los partidos contrata empresas privadas que se dedican al diseño e impresión de afiches. El costo de 5000 carteles, de 109 por 148 centímetros, para utilizar en carapantallas en la vía pública es de 11.200 pesos. En 2011, la misma cantidad de unidades costaba 7500.
Una vez que el material está impreso, el Frente para la Victoria, la UCR y el Pro, entre otros, suelen contratar personal para pegar los afiches y realizar pintadas en distintos puntos de la ciudad y del conurbano. En cambio, los partidos con menos recursos apelan a una fórmula más económica, cuyo ingrediente principal es el fervor militante. Los jóvenes, en general estudiantes universitarios, participan en las tres etapas del proceso propagandístico: diseño, elaboración y pegatina de carteles. "Todos vivimos de nuestros trabajos y no de la política como pasa en otras estructuras. Muchos militantes salen de trabajar y se quedan pegando afiches hasta las tres de la mañana", aseguró el candidato a diputado nacional Itai Hagman (Marea Popular), que apuesta a una campaña "austera". Para recaudar fondos -no reciben aportes de empresas por "cuestiones ideológicas"-, organizan fiestas y peñas para jóvenes de universidades y colegios.
LO MÁS CARO
Una de las herramientas más costosas de la campaña, junto con los spots televisivos, es el alquiler de espacios en la vía pública para exhibir afiches con el rostro del postulante, acompañado por una frase-latiguillo. "Para las listas de los trabajadores es imposible porque cuesta miles y miles de pesos. Nuestro dinero cotidiano también va para apoyar luchas y causas, no sólo para poner carteles en las avenidas", remarcó Castañeira.
Según el tarifario de una empresa del sector, el costo de alquiler de un circuito de 400 carapantallas por un plazo de tres o cuatro días en la Capital es de 102.500 pesos, un 89 % más caro que en 2011. Colocar un afiche en los refugios de los colectivos de la provincia de Buenos Aires cuesta unos $ 4400 por un mes. Hace dos años, tenían un valor de $ 3700. En tanto, el alquiler durante 30 días de un front light en la intersección de grandes avenidas, asciende a 21600 pesos.
En un sábado del corriente mes, el frío hace doler las manos en la esquina de Acoyte y Rivadavia, en Caballito. Un puñado de militantes carga caballetes, pancartas, folletos y banderas de Itai Hagman (Marea Popular). Montan una mesa frente al local de Havanna y comienzan a dialogar con los vecinos. "Como la publicidad en la vía pública es carísima, tratamos de tener mucha presencia en la calle de otra manera. Repartimos folletos y hablamos con la gente", contó Hagman, cuya fuerza instala 150 mesas todos los fines de semana en distintos puntos de la ciudad.
La utilización de las redes sociales es otra forma de impulsar una candidatura y difundir una propuesta de forma más económica. "Son muy útiles para difundir nuestras ideas, sobre todo en los jóvenes", apunta Castañeira.
SHOWTIME
El costo del alquiler de escenarios, equipos de sonido, iluminación y baños químicos, que se utilizan para cualquier acto de lanzamiento de un candidato, también registró un fuerte aumento respecto de los últimos comicios. Una plataforma de 15 metros de largo por 10 de fondo, similar a la que utilizó Hugo Moyano en la Avenida 9 de Julio en 2011, tiene un costo de 24125 pesos. En 2011, se conseguía por unos $ 17.500. En tanto, una más chica, de 6 por 4, tiene un valor de 4180 pesos, mientras que su alquiler hace dos años costaba $ 2600.
Otra misión costosa es vestir el escenario. Contratar un equipo de sonido -incluye micrófonos, parlantes, monitores, cables, soportes y operadores- tiene un costo de $ 11.440. También se necesita de torres elevadoras, faroles, puentes, cabezales y consolas para la iluminación que cuestan en total $15.639. Según informó la empresa consultada, los precios de sonido e iluminación aumentaron entre un 40 y 50 por ciento respecto de 2011.
Toda movilización partidaria que cierre con un acto en un lugar público, como la Plaza de Mayo, requiere, además, el alquiler de baños químicos portátiles para los miles de militantes que asisten a la convocatoria. Diez unidades cuestan 7132 pesos, incluye el flete para el traslado y el personal de mantenimiento. Hace dos años, su cotización era de 4683.
Si el acto no se realiza en un lugar público, es necesario buscar una locación. Puede ser un hotel, un teatro o un sitio emblemático para el partido. En 2011, Cristina Kirchner presentó a Daniel Filmus como candidato a jefe de gobierno porteño del kirchnerismo en el Teatro AD / Ateneo, ubicado en pleno centro porteño. Con 742 butacas y 11 camarines, costaba en 2011 unos 9500 pesos. Dos años después, aunque ya no se utiliza para eventos políticos, el alquiler del teatro sale 16.500.
El partido Nuevo Más hizo una puesta en escena más austera. Presentó días atrás a sus candidatos, que pelearán por alcanzar el piso de 1,5 por ciento de los votos que necesitan los partidos para competir en las legislativas de octubre, en un pequeño salón del Hotel Bauen, ubicado sobre la avenida Callao. Unas veinte personas, militantes y periodistas, asistieron al lanzamiento. Hubo banderas con consignas contra la Presidenta ("Que Cristina no te meta la mano en el bolsillo") y se escucharon críticas contra la alianza de centroizquierda que conformaron la Coalición Cívica, la UCR, Proyecto Sur y Libres del Sur. "Si hubiese un acceso igualitario para todos en los medios entonces podríamos hablar de una elección democrática. Nos hacen creer que priman las ideas de los partidos más importantes, pero en realidad lo que está primando es el dinero para hacer campañas", se lamentó Castañeira.
APORTES DE CAMPAÑA
Cada año electoral, los partidos políticos reciben del Estado un porcentaje de los aportes de campaña. Un 30 % de lo asignado por la Ley de Presupuesto, este año asciende a $ 24.171.440 , se reparte en forma igualitaria a todas las listas presentadas. El otro 70 % "en forma proporcional a la cantidad de votos" que cada fuerza obtuvo en la última elección de diputados nacionales. "Sólo participarán en esta distribución los partidos que acrediten haber obtenido al menos un número de sufragios equivalente al uno por ciento (1%) del padrón electoral", establece el artículo 36 de la ley 26215 de financiamiento de los partidos políticos.
Fuente: La Nación