Muchas personas consideran que el trabajo de un asesor comunicacional en una campaña proselitista es algo cómodo, que se gana muy buen dinero y que en términos generales, el sujeto se la pasa muy bien, sin importar si el candidato gana o no. Nada más alejado de la realidad.
Como estamos en un año electoral, y luego de un cuarto de siglo inmerso en el tremedal de las asesorías comunicacionales (unas para la elección de algún político... las más para la construcción de una identidad corporativa) quiero compartir con mis lectores unos cuantos “descubrimientos”, que no son otra cosa que la ratificación de axiomas, leyes e hipótesis que operan en otros ámbitos del comportamiento humano, pero que he podido comprobar que también funcionan, con lapidaria certeza, en el mundo de la asesoría comunicacional política. Las experiencias vividas me han permitido adaptarlos a ‘nuestro’ entorno, adaptación que está precedida de comprobaciones y ratificaciones personales, algunas veces ‘dolorosas’ desde la perspectiva crematística de nuestra actividad, pero que se han convertido en una gran lección. Aunque el refrán afirma que “Nadie aprende en cabeza ajena” espero que te sean de utilidad si algún día te decides por asesorar a algún candidato, pero te confieso, aquí entre nos, que si alguien me hubiera dicho, hace 25 años, que las cosas funcionan como lo vas a leer a continuación, te aseguro que tomo otra carrera.
Axioma de Gourd: Una reunión entre asesores es un evento en el que se aprovechan los minutos y se pierden las horas.
Ley de Juhani: No hay ninguna combinación de catástrofes que resulte más cara que prevenirlas todas.
Hipótesis burocrática de Mollison: Si una idea para una campaña puede superar la revisión burocrática y ser llevada a término, es que no valía la pena.
Ley de Charles: Di no. Después, negocia con los otros asesores.
Ley de Evans: Si en una reunión de planificación no pierdes la cabeza cuando los demás asesores la pierden, te dirán que no entiendes el problema.
Ley de Heller: El primer mito de la dirección de una campaña electoral es que existe.
Corolario de Vhönson: Nadie conoce realmente lo que pasa dentro de una campaña electoral.
Ley de Howe: Todo el que trabaja en una campaña electoral tiene un plan que no funciona.
Corolario de Mundes: Todo el que no trabaja allí tiene un plan que si funciona.
Cuarta Ley del terror aplicado: Todo candidato da por sentado que tú no tienes otra cosa que hacer que estudiar su campaña y a sus adversarios.
Definición de Experticia de Weber: Un asesor experto es alguien que conoce más y más sobre menos, hasta que llega a conocer absolutamente todo sobre nada.
Ley de Biondi: Si la campaña electoral no funciona, repasa la investigación que te parecía que no era importante.
Ley de Greens sobre los debates televisivos: Cualquier argumento es posible si no se sabe de qué se está hablando.
Ley de las decisiones políticas: Cualquiera puede tomar una decisión si tiene bastantes datos. Un buen dirigente puede tomar una decisión sin datos suficientes. Un dirigente perfecto puede decidir en la más perfecta ignorancia.
Ley de Mitchell sobre los problemas en una gira proselitista: Cualquier problema sencillo se convierte en insalvable si se hacen las suficientes reuniones para discutirlo.
Ley de Wethern sobre los prejuicios de campaña: La presunción es la madre de todas las conclusiones forzadas.
Ley de Murphy sobre el gobierno Si algo puede ir mal, irá mal por triplicado.
Ley de Oliver sobre las giras políticas: Si sabes que una cosa puede ir mal y tomas todas las precauciones, irá mal otra cosa.
Ley de Tussman: No hay nada tan inevitable como un error tuyo cuando el candidato se refiere a ti.
Ley de Washelsky: Es más fácil desarmar un argumento contrario, que armar uno para tu candidato.
Recordatorio de Grelb: El 80% de los políticos se consideran a ellos mismos por encima de la media.
Ley de Rap sobre las promesas inútiles: Si le das vueltas suficientes veces a una promesa electoral, es probable que termines sacando dos.
Principio de Hofftedt: La confusión en los objetivos de campaña genera ocupación improductiva.
Primera ley de Golub sobre la estimación presupuestaria: Los proyectos de campañas electorales con objetivos difusos, van bien para evitar el compromiso de tener que estimar los costos.
Ley de Lynch: Cuando las campañas electorales se complican, todos abandonan ‘el búnker’ más temprano.
Postulado de Horner: La experticia de un asesor es directamente proporcional a las campañas perdidas.
Corolario de Monroe: ... e inversamente proporcional a las campañas ganadas.
Ley de Brook: Añadir más creativos a un proyecto de publicidad política que va retrasado, lo retrasa todavía más.
Ley de Jones: El asesor que ríe mientras la campaña va mal, es porque está pensando en quién descargar la culpa.
Ley de Truman: Si tu candidato no puede convencer en un debate, al menos que confunda a sus oponentes.
Ley de Perrusell: En una campaña electoral, no hay trabajo sencillo que no se pueda hacer mal.
Segunda Ley de Parkinson: Sin importar cuán bueno sea el administrador, en una campaña electoral los gastos siempre superan los ingresos.
Ley de Sevaried: La principal causa de los problemas del candidato son las soluciones que le dan sus familiares.
Ley de Schmidt: Si un candidato le dedica a una pieza de su campaña el tiempo suficiente, la estropeará.
Ley de las Giras de Hutchison: Si un asunto de la campaña requiere de tu presencia, se producirá cuando estés de gira con el candidato.
Ley de la Creatividad de Naeser: Puedes diseñar un mensaje a prueba de bombas, pero no a prueba de idiotas.
Ley de la gravedad inevitable de Fulton: El intento por detener a un candidato que está cayendo en la preferencia del electorado provocará más estropicios que si lo dejaras seguir su curso.
Axioma de Robert: En política y en las campañas, sólo existen los errores.
Corolario de Berman: El error de un asesor político es el dato de otro.
Ley de Swipple sobre las reuniones en crisis: En una reunión de emergencia en la que no está el candidato, el que más grita, tiene la palabra.
Ley de Cornelle: El candidato tiende a asignar los trabajos más delicados y difíciles a los voluntarios menos capaces de realizarlos.
Octava Ley de Finagle: El trabajo en equipo en una campaña electoral es fundamental porque permite culpar siempre a otro.
Corolario de Brindissi: Ese ‘otro’ siempre es el que está ausente.
Ley de de las giras de Nelson: Cuanto mejor sean los vehículos de las giras, más lejos se averiarán.
Ley de Shirley: La mayoría de los candidatos se merece a los inútiles que le rodean durante sus giras.
Ley de Zymurgy sobre el trabajo voluntario: Siempre existirán voluntarios para trabajar, ayer.
Ley de Conway: En toda campaña proselitista existe siempre una persona que sabe lo que se debe hacer y es la primera persona que despedirán del equipo.
Ley de Duggan sobre las declaraciones a los medios: La cita más importante del candidato es aquella sobre la que no puede recordar la fuente.
Corolario de Brunt: Será la única cita que no recordará el asesor durante toda la campaña.
Ley de Massot sobre los asesores: Hay dos clases de asesores: los que se preocupan por el giro de la campaña y los que se ocupan de ‘eso’.
Ley de Walton sobre los candidatos outsiders: Un loco con dinero puede llegar de segundo.
Reglas de Spark para los políticos en campaña
Regla de la visibilidad esencial: Procura que te vean al lado de gente.
Regla de la oratoria: Habla con la autoridad, pero sólo de cuestiones obvias.
Regla del desconcierto inesperado: Evita discutir los temas de manera profunda, pero si no tienes otro remedio plantea una pregunta estúpida. Desconcertarás a tu oponente y lo harás cambiar de tema.
Regla de la privacidad: Cierra siempre la puerta del despacho. Esto coloca las visitas a la defensiva y hace que parezca que estés en una reunión importante.
Primera Ley de Vay sobre los líderes: Cambiarlo todo es básico para aparentar ser un buen líder cuando no se es.
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