Estragegias, Marketing y Branding Politico

Dilma Rousseff, la candidata del PT, contó por TV su pasado guerrillero

Así inició ayer su campaña en los medios para la primera vuelta de octubre.


POR LA CONTINUIDAD DE LULA. DILMA, AYER, EN UN ACTO EN SAN PABLO. LA RESPALDA LA BUENA GESTION DE LULA. Ampliar

POR LA CONTINUIDAD DE LULA. DILMA, AYER, EN UN ACTO EN SAN PABLO. LA RESPALDA LA BUENA GESTION DE LULA.


Dilma Rousseff tiene un pasado complejo, como todos los políticos de alrededor de los 60 años que aspiran a cargos electivos en un país sudamericano. Ella es una exponente “setentista”, con actuación en movimientos guerrilleros de la época que lucharon contra los regímenes dictatoriales del continente. Ese pasado de muchacha de 22 años, presa y torturada por levantarse en armas contra “un gobierno represor”, indujo ayer a esta economista nacida en diciembre de 1947 a explicar algunos ribetes secretos de su historia. Debió hacerlo, según sus especialistas en marketing electoral, para evitar que los opositores utilicen esa imagen de “militante armada” como espantajo de las clases medias brasileñas.

Sus relatos estuvieron exentos de todo dramatismo.

“Nadie hace cosas si no pone pasión ni cree en ellas”, sostuvo en la presentación que abrió el aviso, transmitido a las 13 horas. Con palabras simples y en un tono emocionado, como el que supo usar Lula da Silva en 2002, dijo al electorado que estuvo presa por combatir a favor de la democracia y la justicia.

Dilma, una mujer de ademanes y hablar austero, fue militante de Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares , más conocida como VAL-Palmares. Los archivos policiales la sindicaron en la época como una de las “cabecillas” en una operación de “recuperación” de dinero, o sea robo, en la casa de la amante del gobernador de Río de Janeiro, Adhemar Barros, el 18 de julio de 1969. El asalto se constituyó, en la época, en “el mayor golpe de la historia” guerrillera de Brasil. Aquel día, un grupo armado de hombres y un puñado de mujeres llegó a la casa de Ana Capriglioni, amante del gobernador. Nueve guerrilleros entraron en la residencia y rindieron a los empleados. Sacaron la caja de seguridad en una operación que duró 28 minutos. Según se dijo, la acción fue coordinada por Dilma y por su ex esposo, Carlos Franklin Paixão de Araújo, con quien tiene una hija. Pero Dilma no participó directamente del hecho, como subrayó ella en varias entrevistas concedidas posteriormente.

Tenía apenas 22 años cuando fue detenida y torturada de un modo salvaje que cuesta reproducir.

“El arte de aguantar la prisión es vivir en ella”, declaró ayer.

La historia antigua de Dilma, ministra de Lula desde 2003 hasta abril, es un tema que explota la oposición pero que no alarma a las elites locales. Es un período tan lejano de la vida brasileña como próximo el mensaje que ella y Lula transmitieron luego a la noche. Para ellos el plan es que Brasil erradique definitivamente la miseria en “un abrazo a todo Brasil”.

Dilma aventaja a José Serra por 16 puntos en las encuestas. En esos términos tendría que ocurrir algo inesperado para que la candidata viera perder la simpatía que despierta en el pueblo brasileño. Pero lo más notable no es el apoyo popular que se podría descontar habida cuenta de los programas sociales y del alto nivel de empleo y consumo alcanzado en el país, una nación “en un proceso acelerado de transformaciones”, según describen antiguos críticos de Lula da Silva, entre ellos algunos afamados periodistas estadounidenses.

Por la noche, Dilma recordó con Lula las luchas anti dictatoriales. Se señaló en el espacio publicitario que Lula venía de las luchas obreras y ella procedía de las estudiantiles, propias de la clase media. Ambos “se encontraron” en 2003, cuando él se convierte en el primer sindicalista en llegar a la presidencia de Brasil y ella en la primera mujer en asumir la riesgosa cartera de Energía. Por el mediodía de ayer, cuando el público era otro, Dilma clausuró en forma definitiva las cuestiones relativas a su convulsionada juventud. Amigas de ella contaron durante el spot publicitario el “amor de Dilma por Brasil”.

Si por el mediodía el programa tuvo una alusión discreta a Lula, por la noche el presidente brasileño fue coprotagonista con su candidata. Por considerar que “ella” continuará su obra, el presidente más popular de todos los tiempos pidió que la voten.

Para la candidata y ex ministra de Lula, ella y sus compañeros tuvieron un error de evaluación entre fines de los 60 y comienzos de los 70. “Eran las épocas del milagro económico y no llegamos a percibir en qué contexto actuábamos. Si hubiéramos hecho un análisis objetivo de la realidad, si hubiéramos visto lo que estaba ocurriendo ... Pero no nos dimos cuenta del nivel de endurecimiento político de la represión que irían a desarrollar”. Esas fueron las palabras que utilizó Dilma en una entrevista de 2003 para explicar porqué se involucró en la lucha armada. Nadie en América Latina puede decir que estuvo exento de esa distorsión de la realidad. En todo caso, ella será como José Mujica, el actual presidente de Uruguay y ex líder Tupamaro.


Podría ganar en primera vuelta

Dilma Rousseff, la candidata apoyada por el presidente brasileño Lula da Silva, amplió su ventaja en la carrera a los comicios de octubre, según dos encuestas conocidas ayer, que indican que podría ganar en primera vuelta.

Un sondeo de Vox Populi, difundido la TV Bandeirantes, le da un 45% de intención de voto contra un 29% del opositor José Serra, es decir, 16 puntos de ventaja. Otra encuesta, de Ibope para el diario O Estado de Sao Paulo y la TV Globo le dio 43% a Rousseff y 32% a Serra.

SAN PABLO. ANSA Y AP
Share:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Curso Recomendado

Email Marketing

Email Marketing Político

Email Marketing  Político Sabemos lo que es un Mail, sabemos lo que es el Marketing  pero ¿Cómo se combina esto con lo político?  Pues...