Cristina Kirchner en Twitter: beneficios, límites y riesgos

Analistas y consultores evaluaron pros y contras de la decisión presidencial de sumarse a la red social; ya tiene más de 40.000 seguidores

Por Lucrecia Bullrich
De la Redacción de lanacion.com
lbullrich@lanacion.com.ar
Su lista de seguidores se abulta sin freno, aunque permaneció los primeros días en silencio. Sumó a más de 40.000 usuarios en Twitter, al tope del ránking de políticos vernáculos que se subieron a la ola en los últimos meses. Pero hasta ahora, la Presidenta sólo escribió mensajes en los que promete "tener activa" su cuenta ( @CFKArgentina ) en el transcurso de esta semana y agradece por el interés.
La decisión presidencial de incorporarse al mundo de los 140 caracteres genera interrogantes. ¿Cómo encaja el Twitter en el aparato comunicacional de Cristina Kirchner? ¿Qué beneficios puede reportarle el uso de la red social? ¿Corre algún riesgo?
"Alrededor de Twitter, y sobre todo de lo que puede generar entre los políticos, se construyó una expectativa exagerada", planteó el especialista en Comunicación Política Orlando D?Adamo. Recordó que el origen del uso "masivo" de Twitter entre políticos se remonta a la campaña de Barack Obama en 2008 y que fue el impacto de aquél desembarco lo que provocó la "sobreestimación" sobre la que ahora advierte.
"Obama gastó 16 millones de dólares en comunicación vía Internet y redes sociales, un verdadero récord. Pero también invirtió 200 millones en propaganda tradicional. Lo que pasó fue que, como a Obama le fue tan bien, muchos creyeron que habían descubierto la panacea del contacto con la gente. Pero no hay que perder de vista que estamos ante una moda", indicó a lanacion.com.
Al éxito de Obama, D?Adamo contrapuso el ejemplo de Antanas Mockus, el candidato a la presidencia de Colombia que, pese a que hizo un uso sin precedente de las redes sociales durante su campaña, perdió la elección con Alvaro Uribe.
Descrédito. "Es cierto que Twitter permite una comunicación directa con parte de la población. Pero hay que tener en cuenta que eso funciona siempre que los políticos actualicen sus envíos permanentemente y que lo hagan ellos mismos. En el caso de la Presidenta, por la cantidad de seguidores que ya tiene y por sus ocupaciones como jefa del Estado, es casi imposible que lo haga y que no lo delegue a terceros", afirmó.
Y añadió: "La gente tiene que sentir que la comunicación directa es real y que la que está del otro lado es la Presidenta. En cuanto percibe que [la cuenta de Twitter] está siendo manejada por otros se crea un efecto boomerang y la herramienta pierde efectividad: [los seguidores] pasan a sentir que se los está engañando". Fue en este marco que analizó el silencio presidencial. "No es bueno que no haya twitteado todavía. Puede responder a una estrategia, a generar expectativa, pero que no aparezca puede dañar la credibilidad del espacio que ella misma decidió ocupar", opinó.

Foto: Imagen de pantalla

Apuntó además que "tampoco hay que perder de vista que la enorme mayoría de los argentinos sigue consumiendo política por las vías tradicionales y que el universo de conectados es muy acotado". De todos modos, concedió que, siempre teniendo en cuenta las exigencias que plantea, "Twitter es útil como vía de contacto directo con la ciudadanía".
Para la semióloga y especialista en discurso político, María Elena Qués, en cambio, el desembarco de Cristina Kirchner en Twitter es lógico y puede reportarle beneficios. "Es positivo que los políticos exploren las posibilidades de las nuevas tecnologías. Twitter es una forma de mandar pequeñas informaciones a mucha gente que en la Argentina puede ser muy útil a partir de la convergencia con los celulares, que tienen un uso mucho más extendido que la computadora", planteó.
Peleas en 140. Según la analista, incluso las discusiones en las que los políticos suelen embarcarse vía Twitter, muchas veces intercambios de chicanas y agresiones, son "interesantes". "No está mal que los cruces tomen estado público. La curiosidad que despierta Twitter hace que personas que no suelen ver programas políticos ni leen diarios sigan a políticos. Es una forma de ampliar el debate y cuanto más debate haya, mejor", sostuvo.
Reconoció no obstante que el intercambio vía Twitter es acotado. "El límite de los 140 caracteres hace que, muchas veces, sólo quepan las acusaciones. Pero eso tiene que ver con el deterioro del debate político en general, no es culpa de Twitter", señaló. De todas maneras, concluyó: "Hay que tener cuidado con pensar que la política se transforma por el solo hecho de estar en Twitter".
Moda y beneficios. Graciela Römer admitió que su mirada sobre "el fenómeno Twitter" es "ambivalente" y sintetizó: "Twitter banaliza los vínculos y es una expresión elocuente de la enorme soledad que hoy acosa a la humanidad, pero, al mismo tiempo, es una herramienta de información poderosísima, aunque con un alto nivel de superficialidad".
Consultada puntualmente sobre el caso de Cristina Kirchner, la analista y consultora no dudó en vincularlo con lo que llamó "una moda mundial". "Hoy quedarse fuera de Twitter y Facebook es casi políticamente incorrecto. Responde al perfil moderno que debe tener cualquier político", indicó.
A la hora de la balanza, Römer hizo hincapié en los beneficios. "Creo que el riesgo es poco. Twitter puede aportarle [a la Presidenta] un feedback acerca de lo que pasa y una forma de comunicación directa con la gente, aunque con un condicionante: lo más probable es que la sigan personas que ya simpatizan con ella, aunque no quiere decir que también se metan curiosos", detalló.
Incluso planteó que Twitter podría servirle para "saltar" a los medios "que le son inhóspitos", pero enseguida, volvió sobre su tesis original: "Twitter amplia las redes de información de manera exponencial, pero eso de ninguna manera implica comunicar. Comunicar es algo más que informar", concluyó.
El debate está abierto. Y los próximos pasos de la Presidenta generan expectativa.