LEONEL GARCÍA
La senadora y primera dama Lucía Topolansky le pidió al ex presidente Tabaré Vázquez que definiera si será candidato por el Frente Amplio para 2014. En el Partido Nacional, aliancistas y herreristas evalúan -entre indisimulables pasadas de factura- los últimos resultados electorales buscando ubicarse mejor para los próximos comicios. El líder colorado, Pedro Bordaberry, afirmó el lunes a El Observador que "el Partido Nacional y el Frente Amplio están pensando exclusivamente en 2014", mientras muchos politólogos sostienen que el senador de Vamos Uruguay está muy atento a esos movimientos con ese mismo objetivo en miras. Todo eso cuando el nuevo gobierno apenas lleva seis meses y dos días en funciones. Las preguntas surgen solas: ¿no será demasiada la anticipación? Y, ¿cómo puede caer en la ciudadanía, que recién en mayo salió de un larguísimo período de más de un año de campaña, con internas, primera vuelta, balotaje y municipales?
Los expertos consultados por Domingo coinciden: es parte del ADN político trazar este tipo de estrategias. Sin embargo, hay quien cuestiona que los objetivos electorales surjan tan prematuramente y que salten a la luz pública, en vez de mantenerse -por el momento- en discusiones internas. Hay opiniones diversas sobre cómo puede esto impactar en la población, que por ahora lo mira sin mayor entusiasmo; aunque hay una suerte de consenso en que si estas cuestiones ocupan mucho lugar en la agenda, tapando resoluciones que la gente considera más urgentes, el malestar será generalizado. Algo así como "estos sólo piensan en los votos y se olvidan de gobernar".
Daniel Chasquetti, docente e investigador del Instituto de Ciencias Políticas de la UdelaR, piensa que esto no debería asombrar. "Los políticos siempre tienen en mente el corto, mediano y largo plazo. Sus carreras siempre están enlazadas con la idea de avanzar o mantenerse, y ahí están sus objetivos". Ignacio Zuasnábar, director de Opinión Pública de Equipos Mori agrega que "en un país hiperpolitizado como es Uruguay, parece que este es un ejercicio casi permanente por parte de los medios y los actores políticos".
Esto se nota sobre todo en los tres partidos principales. Chasquetti afirma que hoy, en el entorno del Presidente José Mujica (o sea, en el MPP, dentro del Frente Amplio) "se está viendo la actuación de Vázquez como un problema. El ex mandatario opina de las decisiones que va tomando el gobierno; y como tiene mucho peso y popularidad, es un problema el hecho que actúe en forma autónoma, independiente y que no esté claro su rol. Creo que por ahí anda el planteo de Topolansky". Entre los blancos, según Juan Carlos Doyenart, director de Interconsult, "se nota una estrategia de Jorge Larrañaga dando a entrever con Luis Alberto Lacalle no puede ser más candidato, o que el herrerismo le da una imagen de derecha al Partido Nacional que lo hace perder las elecciones". Para el politólogo y sociólogo Fernando Salas, el rol de Bordaberry es claro: "Cuando digo que un adversario está haciendo campaña, yo mismo estoy haciendo campaña".
¿y la gente? De que es importante para la clase dirigente, no hay dudas. Para el uruguayo medio, en cambio, todo apunta a que no. Una reciente encuesta de Mori afirma que al 56% la política le importa "poco" o "nada" (ver aparte). Por separado, Zuasnábar y Chasquetti afirman que aventurar candidaturas para 2014 sería tolerado -de mayor o menor manera según el grado de "politización" del ciudadano- a menos que ese debate comience a postergar cuestiones más "sustantivas" para la gente, como definir el presupuesto, temas salariales o de seguridad. "Ahora, desde el punto de vista de lo que está bien y lo que está mal, parece bastante claro que a esta altura del gobierno estos movimientos deberían ser manejados con cuidado; más en los pasillos, en los corrillos o en las reuniones de comité que en los titulares de los diarios", afirma el investigador de la UdelaR.
En una línea parecida, la doctora en Ciencias Políticas Rosario Queirolo ve lógico estos tejes y manejes partidarios, junto con el poco interés popular actual; lo que no ve tan lógico es que, con la actual administración instalada en marzo último, las especulaciones con miras a 2014 ya comiencen a tener estado público.
Doyenart es más tajante: "A los uruguayos no les interesa para nada. No quieren pensar (hoy) en elecciones". Si bien el director de Interconsult reconoce la lógica del pensamiento de los dirigentes ("en la cabeza de todos, como buenos políticos, están las elecciones de 2014"), sostiene que estas especulaciones son "apresuradas" y que eso "no le gusta nada" a la gente. Incluso sugiere a los líderes que deberían tomar recaudos, ya sea para no "quemar candidatos" ni para "desprestigiar el sistema político".
No es fácil saber cuándo puede molestar un "arranque de campaña" tan adelantado. Pero más difícil era suponer que no ocurriría. El sociólogo Salas reafirma esta idea apelando a una máxima en política atribuida a Maquiavelo: "Cuando todos avanzan, quedarse quieto es retroceder".
"En términos comparados, en Uruguay el interés por la política es mayor que en otros lados. Pero si hay un excesivo debate focalizado en lo electoral y eso supone postergar lo que el ciudadano siente que son sus problemas, eso va a generar molestia". Ignacio Zuasnábar.
"Que estas discusiones formen parte de las internas es lógico. El tema del recambio posterior a las elecciones también. Lo que no es tan lógico es que se haga público. No es un tema que le preocupe en este momento a los uruguayos". Rosario Queirolo.
Ese mismo estudio indicó que al 11% de los uruguayos les interesa "mucho" la política y "bastante" a un 28%. A "poco" le correspondió un 40%; "nada", un 16%.
A través de la página de El País digital se le preguntó esta semana a los lectores si ya estaban interesados en saber quiénes podrían ser los candidatos para las próximas elecciones. Un 83,9% (265) respondió que "No".
El politólogo y sociólogo Fernando Salas señala que "hay una tendencia desde hace al menos 30 años en el marketing político a la campaña permanente". A su criterio, un inicio de campaña tan temprano "claramente es perjudicial, sobre todo genera un estrés adicional sobre los políticos y les quita tiempo para desarrollar una actividad constructiva". Agregó que, según el Latinobarómetro, "solo el 14% de los latinoamericanos confía en los partidos políticos".
La senadora y primera dama Lucía Topolansky le pidió al ex presidente Tabaré Vázquez que definiera si será candidato por el Frente Amplio para 2014. En el Partido Nacional, aliancistas y herreristas evalúan -entre indisimulables pasadas de factura- los últimos resultados electorales buscando ubicarse mejor para los próximos comicios. El líder colorado, Pedro Bordaberry, afirmó el lunes a El Observador que "el Partido Nacional y el Frente Amplio están pensando exclusivamente en 2014", mientras muchos politólogos sostienen que el senador de Vamos Uruguay está muy atento a esos movimientos con ese mismo objetivo en miras. Todo eso cuando el nuevo gobierno apenas lleva seis meses y dos días en funciones. Las preguntas surgen solas: ¿no será demasiada la anticipación? Y, ¿cómo puede caer en la ciudadanía, que recién en mayo salió de un larguísimo período de más de un año de campaña, con internas, primera vuelta, balotaje y municipales?
Los expertos consultados por Domingo coinciden: es parte del ADN político trazar este tipo de estrategias. Sin embargo, hay quien cuestiona que los objetivos electorales surjan tan prematuramente y que salten a la luz pública, en vez de mantenerse -por el momento- en discusiones internas. Hay opiniones diversas sobre cómo puede esto impactar en la población, que por ahora lo mira sin mayor entusiasmo; aunque hay una suerte de consenso en que si estas cuestiones ocupan mucho lugar en la agenda, tapando resoluciones que la gente considera más urgentes, el malestar será generalizado. Algo así como "estos sólo piensan en los votos y se olvidan de gobernar".
Daniel Chasquetti, docente e investigador del Instituto de Ciencias Políticas de la UdelaR, piensa que esto no debería asombrar. "Los políticos siempre tienen en mente el corto, mediano y largo plazo. Sus carreras siempre están enlazadas con la idea de avanzar o mantenerse, y ahí están sus objetivos". Ignacio Zuasnábar, director de Opinión Pública de Equipos Mori agrega que "en un país hiperpolitizado como es Uruguay, parece que este es un ejercicio casi permanente por parte de los medios y los actores políticos".
¿y la gente? De que es importante para la clase dirigente, no hay dudas. Para el uruguayo medio, en cambio, todo apunta a que no. Una reciente encuesta de Mori afirma que al 56% la política le importa "poco" o "nada" (ver aparte). Por separado, Zuasnábar y Chasquetti afirman que aventurar candidaturas para 2014 sería tolerado -de mayor o menor manera según el grado de "politización" del ciudadano- a menos que ese debate comience a postergar cuestiones más "sustantivas" para la gente, como definir el presupuesto, temas salariales o de seguridad. "Ahora, desde el punto de vista de lo que está bien y lo que está mal, parece bastante claro que a esta altura del gobierno estos movimientos deberían ser manejados con cuidado; más en los pasillos, en los corrillos o en las reuniones de comité que en los titulares de los diarios", afirma el investigador de la UdelaR.
En una línea parecida, la doctora en Ciencias Políticas Rosario Queirolo ve lógico estos tejes y manejes partidarios, junto con el poco interés popular actual; lo que no ve tan lógico es que, con la actual administración instalada en marzo último, las especulaciones con miras a 2014 ya comiencen a tener estado público.
Doyenart es más tajante: "A los uruguayos no les interesa para nada. No quieren pensar (hoy) en elecciones". Si bien el director de Interconsult reconoce la lógica del pensamiento de los dirigentes ("en la cabeza de todos, como buenos políticos, están las elecciones de 2014"), sostiene que estas especulaciones son "apresuradas" y que eso "no le gusta nada" a la gente. Incluso sugiere a los líderes que deberían tomar recaudos, ya sea para no "quemar candidatos" ni para "desprestigiar el sistema político".
No es fácil saber cuándo puede molestar un "arranque de campaña" tan adelantado. Pero más difícil era suponer que no ocurriría. El sociólogo Salas reafirma esta idea apelando a una máxima en política atribuida a Maquiavelo: "Cuando todos avanzan, quedarse quieto es retroceder".
Opiniones de expertos
"A la gente no le gusta nada cuando con tanta anticipación se empieza a hablar de postulaciones. Los políticos tienen que cuidarse mucho de eso, porque a veces se queman candidatos o se desprestigia el sistema político". Juan Carlos Doyenart."En términos comparados, en Uruguay el interés por la política es mayor que en otros lados. Pero si hay un excesivo debate focalizado en lo electoral y eso supone postergar lo que el ciudadano siente que son sus problemas, eso va a generar molestia". Ignacio Zuasnábar.
"Que estas discusiones formen parte de las internas es lógico. El tema del recambio posterior a las elecciones también. Lo que no es tan lógico es que se haga público. No es un tema que le preocupe en este momento a los uruguayos". Rosario Queirolo.
Ahora, no interesa
¿Cuál es la percepción popular sobre los principales problemas del país? El informe "Monitor de Opinión Pública" de Equipos Mori, realizado en junio de 2010, arrojó el siguiente resultado: 1) Delincuencia e inseguridad (46%), 2) Desempleo y desocupación (34%), 3) Problemas sociales y hambre (12%), 4) Situación económica (10%). El gobierno y la abstracta "los políticos", solo fueron mencionados por el 2% y el 1%, respectivamente. ¿Algo referido a temas electorales? Nada.Ese mismo estudio indicó que al 11% de los uruguayos les interesa "mucho" la política y "bastante" a un 28%. A "poco" le correspondió un 40%; "nada", un 16%.
A través de la página de El País digital se le preguntó esta semana a los lectores si ya estaban interesados en saber quiénes podrían ser los candidatos para las próximas elecciones. Un 83,9% (265) respondió que "No".
El politólogo y sociólogo Fernando Salas señala que "hay una tendencia desde hace al menos 30 años en el marketing político a la campaña permanente". A su criterio, un inicio de campaña tan temprano "claramente es perjudicial, sobre todo genera un estrés adicional sobre los políticos y les quita tiempo para desarrollar una actividad constructiva". Agregó que, según el Latinobarómetro, "solo el 14% de los latinoamericanos confía en los partidos políticos".
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